En limpieza industrial, los cuatro factores del Círculo de Sinner (tiempo, acción mecánica, química y temperatura) son un principio básico pues describen el mecanismo de acción necesario para limpiar cualquier tipo de suciedad.
El Círculo de Sinner, fue concebido en 1959 por Herbert Sinner, un ingeniero de la empresa química Henkel, y resume los principios esenciales para una limpieza eficaz. Este concepto ha evolucionado en una herramienta fundamental para la industria de la limpieza, y ha sido adoptado por fabricantes de productos, equipos y maquinaria a nivel global. Se emplea para desarrollar procesos más eficientes en diversas aplicaciones, desde la limpieza doméstica hasta la industrial. Los factores ocupan más o menos espacio, siempre dentro del círculo, de manera que si uno aumenta, será a costa del resto.
Los cuatro factores del Círculo de Sinner –tiempo, mecánica, química y temperatura– interactúan en el proceso de limpieza. Cuando uno se incrementa, los demás disminuyen, y viceversa. Por ejemplo, en un programa de lavado ecológico, se prolonga el ciclo para reducir la temperatura y, por ende, el consumo energético, manteniendo la eficacia de la limpieza.
Tiempo: un recurso valioso. Indica la duración de la acción y el procesamiento. Más tiempo – de acción (limpieza) o procesamiento (tiempo que dejamos actuar otros factores como los químicos) – supone por ejemplo un aumento en costes de personal para la empresa de limpieza y mayor interferencia en la actividad del cliente.
Temperatura: a más temperatura más consumo de energía. La temperatura facilita la acción de limpieza al disolver suciedad más fácilmente. Todos hemos experimentado que cierta suciedad en caliente “sale” mejor. Pero debemos tener en cuenta que:
- Además de costosa, la energía es limitante porque requiere de conexión directa – o de una alta autonomía- a una fuente de energía. Esto implica la necesidad de trabajar conectados a una toma de corriente, emitir gases o disponer de baterías de gran capacidad o de repuesto.
- Ciertos materiales pueden no tolerar altas temperaturas. Por tanto, la situación ideal es conseguir limpiar en poco tiempo y a baja temperatura dejando la mayor parte del esfuerzo de limpieza a la acción mecánica y a los agentes químicos.
Acción mecánica: la importancia de la maquinaria. Requiere potencia en forma de abrasión, presión y movimiento para eliminar la suciedad. La elección de la fuerza mecánica depende de la superficie a limpiar.
- En limpieza profesional las fregadoras y los equipos de limpieza de alta presión son fundamentales para obtener los mejores resultados en el mínimo tiempo posible. En Hako desarrollamos maquinaria de limpieza profesional capaz de limpiar de forma rápida y con la menor temperatura.
- Por otro lado, el uso de complementos de limpieza como cepillos, pads, discos de diamante etc, facilita y mejora el resultado de la limpieza industrial.
Acción química: un componente esencial del Círculo de Sinner. Muchos tipos de suciedad solo pueden eliminarse con detergentes. La reacción química es clave para descomponer suciedad, bacterias, etc. Los detergentes y químicos Hako están adaptados a las fregadoras de conductor acompañante y sentado. Son detergentes bajos en espuma y químicos que garantizan una rápida y eficiente eliminación de todo tipo de suciedad. Suministrados en las dosis indicadas, son extremadamente rentables.
En conclusión, el Círculo de Sinner es el orquestador invisible detrás de una limpieza eficaz. La realidad de la limpieza profesional implica que hay dos factores que destacan por requerir más esfuerzos que los demás: tiempo y temperatura.
